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Caldo de Pollo

Caldo de Pollo


Erase una vez que Ileana una ama de casa penso en el platillo perfecto que podria preparar para su esposo. Dio un vistazo ala alacena y se dijo asi misma ,”Bien, tengo los ingredients necesarios”. Se dirigio al refrigerador y saco una bolsa con pechuga de pollo y unas piernas. Agrego agua a una gigantezca olla, dejo que hierviera un poco y echo la pechuga y las piernas. Mientras se cocinaba el pollo alo que seria por lo menos una a dos horas, miro asi el reloj ya era la una de la tarde. Su senor esposo saldria ala cinco y media de la tarde y llegaria alas 6 en punto. Llegaria con un frego de hambre, miraria la cocina, ya limpia. El olor embriagante de el caldo lo atrairia asi el comedor, como si flotara por el aire, miraria el plato con caldo de pollo y se llenaria de extasis. Todo esto pensaba Ileana en su sueno de dia.

La verdad esque Ileana vivia en uno de esos tiempos donde no siempre cae la Buena fortuna de escoger al hombre de tus suenos y casarte. Sus padres casi la habia empujado asia los brazos de Ernesto, su ahora esposo. No es un mal hombre penso, todo lo que Ileana queria era hacerlo feliz, en estos pocos meses de matrimonio. Pero no era ni iba ser facil parece que siempre fallaba en algo; se le olvidaban las llaves de la casa. Se le olvidaba que Ernesto era alergico ala pimienta., o dejaba abierta la puerta del patio interior. Lo peor esque cada vez que se equivocaba Ernesto se enojaba de peor manera.

Ileana empezo a preocuparse y dijo major pienso en otra cosa. Mientras tanto y en lo que se cocia el pollo. Ileana se puzo a hacer una y mil cosas alrededor de la casa, quiaseres y todo, todo tenia que estar perfecto para su esposo. Pronto se llego el tiempo en una hora y media Ileana fue a la cocina a ver si el pollo estaba listo. Lo probo y comprobo que era tiempo de seguir el siguente paso. Agrego el ajo y los cubitos de pollo sin olvidarse de no agregar pimienta. Despues corto los vegetales como la zanahoria, papas, las calabacitas, el repollo. Aunque ella detestara el repollo se tenia que comformar, mientras sentia el calor de la cocina. Cantando y poniendo su major cara agrego los vegetales y dejo que el pollo se cociera un rato mas. Mientras como ya habia acabado los queaceres, se sento en el sofa un rato y pronto se quedo dormida.

Al poco rato desperto, y se acordo del caldo y enseguida corrio ala cocina. Afortunadamente no se habia quemado pero el pollo estaba un poco mas blando de lo que deberia. Ileana miro ala olla y inconcientement se mordio las unas mientras pensaba en que podria hacer. Pero no habia nada que podia hacer, ya faltaba una hora para que llegara su marido, todavia tenia que preparar el arroz y una rica limonada.

Haci que decidio hacer lo que podia y pronto termino de preparar la sopa de arroz y la limonada. Mientras tanto ya se moria de hambre pero no se atrevia a comer sin su marido. La ultima vez que iso eso y Ernesto se dio cuenta le armo un borlote.


El tiempo paso ya eran como las 9 de la noche, cuando por fin llego el marido. El marido entro la miro y dijo que de comer. “Amor, ay caldo de pollo”.

“Bueno pues que esperas, sirveme pues.”

Asi que Ileana le sirvio mas preocupada que la nada por la condicion del caldo que ahora que paso el tiempo se miraba peor de aguado.

Sirvio el caldo,en el pato especifico que al marido le gustaba. Y se dirigio al comedor, Ernesto miro el caldo y miro a Ileana que sonria con nerviosidad. “Que pasa, pregunto el marido, porque te ries?”

“Nada”, dijo Ileana, solo espero que te guste”.

“Bueno vaz a comer o no? O ya comiste sin mi?”

“No claro que no”. Ileana fue ala cocina y se sirvio su plato. Antes de ir al comedor, escucho los gritos de Ernesto. “Ileana, Ileana!!!!” Que podria aver echo mal, no le eche pimiento estoy segura. Pero enseguida corrio al comedor. “Que pasa?” pregunto.

“Oye como eres inutil!!!” no le echaste sal al caldo de pollo.

Los ojos de Ileana se abrierondo en asombro y verguenza. “Perdoname, Ernesto”

Luego dijo las palabras que mas odiaba Ernesto. “Se me olvido echarle sal, pero no le eche pimienta.” Al oir estas palabras, la cara de Ernesto se incendio de manera, Bueno se puso bien rojo. Se levanto y fue ala cocina, agarro la pinche olla de caldo de pollo y la tiro al piso. Luego patio la olla.

El mensaje de la historia es nunca puedes hacer feliz atu marido, Bueno alos hombres en general. Casi siempre encuentran un defecto, especialmente cuando les fue para la chingada en el trabajo. Tan Tan.



Impressum

Texte: Ana Solis
Bildmaterialien: Ana Solis
Lektorat: Ana Solis
Tag der Veröffentlichung: 19.05.2017

Alle Rechte vorbehalten

Widmung:
Para mi hermana mediana..Te quiero, ya deja a se hombre por la paz!!!!

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