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DECIR Y NADA MAS...

 

 

 

 

OLGA GONZALEZ DEL PICO

NUNCA

 

Muy lejos de mi gusto está la vida

las estrellas y el mar me dicen, nunca

veo flotar un remo a sus orillas

es mi cansado corazón sin brújula.

 

Se quejan los pinares largamente

toman la altura de mi anhelo inútil

transfundido en caricia viene el viento

a llevarse el porqué de mi tortura.

 

Espejismo de amor que yo rechazo

espiral de la noche fugitiva.

 

A ratos voy donde el cansancio pesa

como un fardo de negras pesadillas.

Allí logro nutrir mis ansiedades

allí donde la noche no termina.

 

Las estrellas y el mar me dicen, nunca

yo voy contra esa voz fortalecida

y me siento a mirar como desfilan

aquéllos que en un solo pensamiento

unen sus bocas sin medir la vida.

 

Decae el corazón, es el vacío

precipicio de horror a mi locura

gestándose en mi ser llevo la muerte.

Muy lejos de mi gusto está la vida. 

A FEDERICO GARCIA LORCA

 

Está sangrando la Noche

y Federico no llega...

Entre suspiros cortantes

danza la Luna y se inquieta.

Se dibuja como un iris

su corazón y una queja

ha caído Federico, ¡Federico!

la Muerte cerró su puerta.

 

Sobre su rostro sin vida

la Luna llega y le besa

amante de Federico

con una cita de espera.

 

Viñedos pon en sus labios

el licor de tus faenas

que lleguen las Siete Musas

en un carruaje de estrellas

aromar su cuerpo amado

con extracto de azucenas.

 

¡Ay, qué tristeza tan honda!

Se hace eco en las saetas

y el pez de oro en el mar

bate sus alas de seda.

 

Sevilla guarda su lira

y sus Romances que vuelan

con la rosa de los vientos

más allá de las fronteras.

 

Está sangrando la Noche

y Federico no llega

en la coral de sus sueños

hay un letargo de espera.  

A LA POETISA

 

                 A Dulce María Loynaz del Castillo

                              In memorian

  

No digan que otro perfume

no llegue a besar la rosa

la rosa que apenas queda

en la llama que se agota.

 

Dulce María, hoy España

con la divisa de un premio

Miguel Cervantes Saavedra

un merecido tributo te concede.

 

La poetisa se sonríe y luego

en su vetusta casona recordando

vivencias de su juventud dichosa.

La libélula dorada sobre su pecho se posa.

 

En la agenda de sus pasos

a capricho de las cosas

en su Isla cuyo cuello

luce una perla valiosa.

 

Rosa las sienes del tiempo

recordando va los nombres

puntales de nuestra historia

"Gesta Mambisa Gloriosa".

 

Citar su caudal poético

como un fluir de los ríos

traspasando las barreras

de un por qué, punto y corola.

 

Fértil esencia de un todo

lira en mano y valerosa

un abanico con alas, arcoriris

Madre España y su aureola.  

ALBAS ROSAS

 

                A la señora Josefina Fernández

                            In memorian

 

 Son los sauces los que lloran

vuelan aves a sus nidales

en silencio ultraterreno

se concentra, se hace duelo.

 

Y los bellos serafines

en la rueca de las horas

deshilando las madejas

sin marcar espacio y tiempo

Josefina, madre amada

ya recibe una blonda sideral.

 

En la cúspide dorada

hemisféricos suspiros

y una Estrella en el regio

mausoleo del silencio

marca un signo sepulcral.

 

Un Arcángel la bendice

y la guía al magisterio

Sacrosanto del Señor ...

 

Hija y Madre van acordes

tras un vuelo, dos espíritus

se enlazan, cuatro alas

justifican un eterno pensamiento.

 

Sobre el negro terciopelo saturado

como un bálsamo de gracia

van dos cisnes, van plisando

los eternos embelesos, de celestes

horas líquidas, el rocío fino y leve

del bautismo de las almas.

 

Albas Rosas que jamás

por los siglos de los siglos

jamás marchitarán. 

LA VENTANA

 

Los dedos de esa mano

han tocado mi lágrima

para nutrir el canto de la fuente

llanto del viento y mi nostalgia.

 

Claustro de los sudarios

minerales del alba

los dedos de esa mano

dan toques en la aldaba.

 

Cúpula vertical del embeleso

allí tengo mi casa

relámpagos que agrietan

mi ventana de sueños.

Dejándome en los labios

la caricia de un beso.          

 

Los dedos de esa mano

sustraen sutilmente

de mi casa, la lágrima.

TU NOMBRE

 

Estoy frente al silencio de la noche

inventario de luna desmayada.

Tu nombre de silábica hermosura

a mis labios le trajo una alborada.

Tú sabes del secreto de las rosas

la longitud del vuelo de las alas.

Poeta de la noche sin silencios

poeta de locura elaborada.

Un cielo platinado y diferente

mirándome a los ojos me señala.

Mi alma se desviste presintiendo

el afelpado estuche de otra alma

y escucho del reloj que da las doce                     

la rapsodia febril de una llamada

y la Venus de Milo se presenta

al consentido abrazo de las ansias.

Yo prosigo vestida porque la noche

mi dolor no aparta ...

y miro tristemente como sigue

en mi cielo la luna desmayada.

Poeta, necesito que me digas

algo de mí, de mi figura exacta

la dádiva del sueño se presenta

ella viene a prestarme sus sandalias.

Pronunciando tu nombre me resisto

tu nombre de silábica hermosura

que a mis labios le trajo una alborada.

Poeta, forma un haz sobre el silencio

sobre su negra cabellera lacia.

Reafírmate en el cielo de tu noche

y revive mi luna desmayada.  

AL POETA MARINO

 

                  A René Cancio

  

Se hace canto marinero

cotas laminadas en oro

tus Poemas dan a coro

del mar su voz con esmero.

 

Marinero, tuyo fue el mar

con tus remos de ilusión

fuerza, sentido, emoción

al escuchar su ulular.

 

Deshilando dorados hilos

Marino, al proseguir

mirando al cielo y sentir

a capricho de los júbilos.

 

Ninfa vestida en zafiros

de tornasoles reflejos

un ¡ay! frente a los espejos

azogue azul de retiros.

 

Radiante fulgió La Ondina

en tu frente dejó un beso

tuya fue en loco exceso

de la corriente marina.

 

Acorde a tus pensamientos

azules mallas tejidas

en tu adiós sin despedidas

fueron tuyos los momentos.

 

Intensa razón marina

saludando a las gaviotas

del mar en rutas ignotas

rayan la luz peregrina.

 

Rizos del mar su melena

fatales nudos y tortura

marginada desventura

sin causa a una condena.

 

Cruzó una ráfaga cruel

peligro, trance y temor

a flote se vio una flor

trajo en su mano Luzbel.

 

Furibundo desatino

de tan terrible jornada

nuestra Cuba marginada

con un funesto destino.

 

Aquella celeste unción

de tu carrera marina

te señala y adivina

Poeta, tu devoción.

 

Dulce acontecer, razones

al llamado de tu amada

tu esposa, Rosa perlada

es tu vigía de amores.

 

Nudos del mar, barcarola

de la noche, Estrella Polar

tu poemario "Con Sabor a Mar"

lo irradia bella aureola.

A NUESTRO AMIGO POETA

 

             A Enildo Padrón

               In memorian

  

Frente a un Hasta luego

de un amigo Poeta

se precisa un estar

que no se alcanza.

Se hace nota de duelo

en todas las miradas

retadora energía frente

al lacerante toque

de inflexible misterio.

Sólo asoma el silencio

y a los labios un rezo.

La dama de los velos

multiformes del tiempo

ha citado, al amigo Poeta.

Poseía, cantera de diamante

valorando Espinelas.

¿Qué tránsito, qué desvelo?

Nuestra isla, Cuba

tierra que le viera nacer

repetía al acorde un Hasta luego.

Desplegando un sinsonte

a los cuatro puntos cardinales

un sudario de trinos

como nota de un duelo.

El alma del amigo Poeta

se elevaba a los cielos

llegando al Paraninfo

nutriéndose del polen

de las rosas eternas.

Un temblor de Libélulas

formarán una cruz

en el recinto eterno

del amigo Poeta.

Y su valiosa lira

punto y compás...

de su existencia

fulgirá como soles

y brillantes estrellas. 

ELEGIA

 

               A Gustavo Adolfo Bécquer

 

Era el beso transfundido

para un signo señalado

como el toque repetido

de eclesiásticas campanas.

 

Era el vuelo de una alondra

como un pétalo encarnado

y el compás acompasado

de la música de Mozart.

 

Ya sus rimas propulsaban

un connubio con la idea

un anillo cincelado ya lucía

la corola de una estrella.

 

Eje onírico del tiempo

transparencia que se hospeda.

Llora el sauce y se rebela

por la muerte del Poeta.

 

¿Dónde el sonido, dónde el clamor?

Arpas del viento, vuelo del ave

rojos carmines del mediodía

sobre el sudario de un triste adiós...      

 

Límpido espejo, todo un envío

bajo el amparo de un gran deseo

ya se precisa Miguel Arcángel

iris violeta cubriendo el cielo.

 

Neutro silencio se entrega al rezo

profundo y grave, conjuro intenso

un velo lila cubrió su rostro

todos sus pasos acordes fueron.

 

Y fue esa noche lóbrega y fría

frasco cerrado que ya guardaba

la quinta esencia del Soñador.

Llama de un beso, níveo fulgor.

 

Fue develando la hora imprecisa

vigilia intensa, luto y dolor.

Péndulo herido, fracción sin vida

lágrima y fuga de un Pensador.

 

De blanco cisne era su pluma

pensil dorado, cromado ardor

quedóse alerta áureo latido

la golondrina no regresó.

 

Fronda y celajes de su quimera

laúd doliente, nos dijo adiós

lazos de seda, nimbado ensueño

horas sin tiempo a su corazón.

 

¿Cómo Poeta, cómo expresarlo?

La triste novia del espejismo

trajo en un cofre polvo de oro

ofrenda mítica de un gran amor.

 

Ondas en agua de un mar celeste

velos de espuma, tránsito en flor

Rimas que llevan claros de luna

y el magisterio de la pasión.

 

Todo fue inútil, sueños tardíos

áridos golpes, surcos sin tino

sacro misterio de eterno cirio

luz de alabastro, árbol de Dios.

 

Roza el silencio la madrugada

sutil rocío, se oye un rumor

perfil del beso que no se alcanza

sed infinita de un corazón.

 

Nimbadas Musas de rostros bellos

Ninfas y Sílfides laten muy hondo

sonoras Rimas de un trovador.

Bebed acordes extracto puro.

 

Sea la llama flora de mayo

los flamboyanes notas de amor

el aforismo de sus esferas

marcan la fuga de un triste adiós.

 

Suprema entrada al Paraninfo

liras acordes de los maestros

comba infinita de los espacios

gane su espíritu áureo fulgor.

 

España, jamás olvides

quien ha legado tanta grandeza

nutricio envío de su razón

el sensitivo Gustavo Adolfo.

 

El más romántico de tus Poetas

el que por lira llevó un lucero

el que por alma llevó una flor.

 

¡Astros y Rosas al Soñador!

LA ESPERA

 

Si tu palabra me llegara sonora

si llega con el beso prometido

anúnciate en el trino que enamora

señalándome amor, calor de nido.

 

Ayer corté una rosa, ha llovido

languidez al decir, se fue la aurora.

Retorna a mi razón lo presentido

tu reloj se detuvo, hora tras hora.

 

Espiral de mi noche conmovida

castillo medieval a mi desvelo

azulejo de luz que llegó al cielo

 

vuelo de una locura a su albedrío

ya no hay sed de pasión, todo tardío.

La rosa que corté quedó sin vida.

TU MIMOSA DE ROSA

 

                A Sara Martínez Castro

 

Darse en amor, para sentir la vida

amor puntualizado a lo risueño

tibio ropaje al beso de tu sueño

centraliza tu lámpara encendida.

 

Tu mimosa de rosa te convida

a dibujar con ella lo pequeño.

Zunzún a tu ternura se hace dueño

a tu fronda de amor en que se anida.

 

A tu marco de luz van ruiseñores

y tu Diana Beatriz, niña de amores

le da a tu corazón un sol de oro

 

y ofreciendo vitrales la mañana

el iris cristaliza en tu fontana

la bella trilogía de un tesoro.

HEROES DE PLAYA GIRON

 

Apareció distinta la mañana.

Rayaba el horizonte sin saberlo

el terciopelo gris, de una llamada.

Gemían los palmares

los pinos se arqueaban

y la fusta del viento

queriendo destruir             

aquella máscara ...

¡Funesto dictador!

Hizo un pacto sombrío

con la hoz y el martillo      

signos, de un bandera

con las alas manchadas.

Irrumpen valerosos

como aquellos mambises

baluartes de la Patria.

Como un volcán en erupción

rugían los leones, al sonido

espectral de una batalla.

Ordena el Dictador

el oficio de muerte

con las hienas.

Sobre la Tierra Madre

caían sin ayuda

los héroes de la Patria.

Y detrás de las rejas

aún quedan prisioneros

los que en Playa Girón

marcaron pautas.

Pulsaba El Dictador

las cuerdas rotas

que llevan los que venden

a Lucifer, el alma.

Se aproxima la última batalla

y soltando sus trenzas de doncella

como dijo Martí: "de cara al sol"

ondeará de nuevo la bandera

en el mástil del Morro, soberana.

Y el Dictador, sin patria

de rodillas, sobre los surcos

de una tierra estéril

verá, como han crecido sólo espinas.

Y allí como un cautivo, genio de la maldad

ha de morir y pagará sus culpas.

Y todo el Continente Americano

verá volar en círculos de gloria

a la blanca paloma de la Paz.

SE FUE DE CUBA

 

Escucha madre, la iglesia

hace tañer sus campanas

con repiques de alegría

con euforia desbordada.

 

Escucha madre, la calle

con banderas desplegadas

se oyen gritos de Aleluya

corren todos a la plaza.

 

Escucha madre, llegó el día

el Dictador se ha marchado

a morir como un pirata

con el lastre de su infamia.

 

Escucha madre, está tocando

a la puerta nuestra amiga

que se llama Veneranda

y sollozando me dice:

La Libertad nos ampara.

 

Hay que rendirle tributo

a los mártires de ahora

han ofrendado sus vidas

por defender a la Patria.

 

En Palacio hay mucha gente

y allá en el Parque Central

donde Martí nuestro Apóstol

con su dedo lo señala. 

SUGESTION

              Al poeta Sergio Galán Pino y Señora 

 

Las esquinas del odio

taladran el miserere

en la garganta monorrítmica

de las cuerdas del viento.

 

El misterio deja caer su velo

sobre el rostro macilento

de un poeta moribundo.

Ingrávida cae la tarde.

 

Cruza una gaviota señalando

la serena transparencia del mar.

El odio ha dejado de ser

silba el viento y le entrega a un ruiseñor

la octosilábica armonía de un preludio.

El misterio anuda la garganta del alba.

 

Yace el poeta inmóvil para siempre.

Alguien que ama el verso me entrega

manuscritos del bardo qua ya no existe

tiemblan mis manos y comienzo a leer

La Pupila Insomne, Rubén Martínez Villena.

A UNA PINTORA CUBANA, AMELIA PELAEZ

 

           In memorian                        

 

Poseía los pinceles

del artífice del sol

era suave

sin la prisa

del que lleva brida en mano

el corcel de una ilusión.

 

Dibujaba llana y firme

le brotaba para el mundo

la verdad de una emoción.

Puso el alma

tentativa de una escala

fantasía del color.

 

Dibujaba transparencias

con los mágicos pinceles

del artífice del sol.

Ella estaba

Ella era

todo un símbolo de amor.

En idílico embeleso

recibía los zafiros del color.

Ella estaba

Ella era

la libélula de oro

con pinceles de arrebol.

 

Un jardín claro y hermoso 

en el patio de su casa

aromaba su equilibrio                    

tras el lúcido contraste

de tan bella inspiración.

Era suave

sin la prisa

del que lleva brida en mano

el corcel de una ilusión.

 

Puso el alma

tentativa de una escala

fantasía del color.

Convencida de que estaba

ofreciéndole a su Cuba

de su arte lo mejor.

A ESPAÑA

 

¡España! Madre tierra fecundada de amores:

de esta Isla una hija te quiere saludar;

mecida entre palmeras y eróticos olores

Cuba, perla antillana, te envía su cantar.

 

Las venas de tus ríos - cual recios surtidores

son ánforas vivientes, presencia medular;

laúd de áureos acentos, sentir de ruiseñores

los suspiros de Bécquer nos llegan sin cesar.

 

¡España! Madre tierra de imperiales encantos:

me inclino reverente al poder de tus santos

haciéndoles un ruego, preludio tropical ...

 

En la estación que marque tus viñedos floridos

besar sus tiernas flores y a mi seres queridos

¡llevando sobre el pecho la E de tu inicial!

A AGUSTIN ACOSTA, POETA NACIONAL DE CUBA

 

Sin precisar el Clásico Soneto

pulso mi lira y me responde el cielo

le pido a las antífonas doradas

la verdad mesurada de su vuelo ...

Nos legó su decir, con claridades

métrica de crisoles con esmero.

Al nombrarte Poeta Nacional

desde Cuba pinceles en acecho

coloran el paisaje de tus sueños.

En un cofre de amor está guardada

la lira intacta de tu amado pecho.

Tus cantos a Martí dan la medida            

de tu valer de hombre y de tus versos.

Vibra un canto y la brisa se perfuma

Mar Azul, de sirenas con trofeos.

Flamboyanes en flor y verdes pinos

daban nota de paz a tus desvelos.

El ruiseñor homérico fue tuyo

fronda tuvo, de un árbol verdadero.

Poeta Nacional hoy te saludan

los que ayer, como yo, te conocieron.

Dios en esencia y contigo el cielo.

PARA LADISLAO DURANZA

 

Cincelas en tu mente

entre líneas geométricas

los rayos propulsores

de metálicas alas.

 

Cincelas la matriz

de nocturnos hechizos

abstracción de una espera

acorde a tu sentir ...

 

Rejas lineales

para jaulas esféricas

del extractado mundo

donde surge la magia.

 

Vitrales de arcoiris

espejismos en fuga

representan tus cuadros

como espigas de soles.

 

Ascuas abrillantadas

uno tras uno van quedando

entre líneas esféricas.

COBARDE

 

Este verano azul, deshabitado

oquedad de la llama torturante

se hace eco el eco perseguido

meditabunda voy agonizante.

 

Pienso por un momento si prosigo

senda propicia donde hallar el vaso

y beber gota a gota lo sufrido.

 

No es el azul del mar, ni lo sombrío

toque febril, que nutre a cada paso

negándome a olvidar lo ya vivido.

 

Este verano sin velos que lo cubran

al desnudo se aferra a un desatino

y prosigo la senda, ya sin flores.

Ironía sin voz de mi destino.

 

¡Prosigue!, me dice el corazón

yo soy tu mar enloquecido

mi arritmia desigual por lo sufrido

apagará la llama del cobarde.

 

Y sobre el pecho déjale

la negra mariposa del olvido.

Dale a beber el agridulce vino

y dile frente a frente: Esta es

por sádico y cobarde, mi castigo.

ANARANJADO PEZ

 

Pepe, así se llama el pez

anaranjado con reflejos de oro.

Creció en una pecera saturada

de oxígeno y composición

sublimada entre el pez y el hombre.

 

¿Será acaso un fragmento

de alguna leyenda mitológica?

¿Alguien pudiera imaginar

un diálogo, entre el poeta y el anfibio?

Policromía en un espacio de tiempo.

 

Divagaciones abstractas

que no pudiéramos explicar

sólo dentro de una burbuja azul

hallaríamos una respuesta.

 

Una sinalefa se hace suspiro

en el bostezo de la noche.

En un cuadro ha quedado Pepe

el poeta y el pintor.

 

Artífice de la simetría lineal

dio el punto clave de una interrogante

rindiéndole un culto a la belleza.

El poeta canalizó la abstracción

del pez anaranjado y el hombre.

IMPROMPTU

 

Sobre la plataforma

del suelo americano

enlazaban las nubes

los crespones de un duelo.

 

Estiletes terribles traspasaron

las ocho columnas, las ocho pupilas

de las Torres Gemelas.

 

El ballet titulado Impromptus

sobre llamas danzaban

allí, un grito de terror.

 

Un colapso imprevisto.

Dolor sangrante, fuego vivo

malévola intención de una herejía.

 

Tu fe al Creador, tu hospitalaria

razón al recibir los hijos de todas

las patrias, Albas de soles

unificación de banderas

desplegadas al viento.

 

La historia recogerá

este desgarrador y funesto

acontecer del 11 de septiembre

del año dos mil uno.

 

Fanáticos suicidas, sin alma

destruyeron las dos Torres Gemelas.

 

Gran nación de Norteamérica

rutilando llevas en tu bandera

cincuenta Estrellas.

 

Ante ti, patria, me inclino

con todo respeto en oración

himno de paz, de amor y justicia

supremo signo del Aguila Imperial.

¿DONDE ESTA?

 

¿Dónde está la palabras sonora

la que el viento traduce en amor?

¿Dónde está que al rayar de la aurora

hace entrada en el reino del sol?

 

Imposible perder su cadencia.

Imposible perder su rumor.

La palabras sutil que enamora.

La palabra que ayer fue mi voz.

 

Ya sin ella la vida me sobra

se llevó de mi pecho el clamor.

Yo la escucho en el arpa que vibra

y no es mío su acorde mejor.

 

A mis labios sedientos no llega.

Se me pierde en el reino del sol.

Ya sin ella la vida me sobra.

¡Oh, terrible y punzante dolor!

 

¿Dónde está la palabra sonora?

La que el viento traduce en amor.

AL POETA

 

             "Desde el callado grito de una ola”

                      Poeta José R. Muñiz

  

Pulsa el viento lebreles de la espuma

rompiente que hace eco en la muralla

y nos llega en un silbo atormentado

el quejido del mar en su atalaya.

 

Las playas sienten gris melancolía

y vuela una gaviota solitaria

"Desde el callado grito de una ola"

una coral de voces se agiganta.

 

Muriendo en cada noche el sortilegio

del corazón tatuado de sus anclas.

Flota en el viento la ilusión desnuda

y vuela una gaviota solitaria.

 

Contraste irracional de los sentidos

sin libertad de acción en la palabra

árido cementerio donde habita

La Madre Perla convertida en lágrima.

 

El horizonte se deslíe en una

fugaz y tormentosa llamarada.

El reloj taciturno da las doce

y fusilan a un hombre en la mañana.

 

Brama en el viento la palabra, nunca

y un sudario de amor le entrega el alba ...

"Desde el callado grito de una ola"

una coral de voces se agiganta.

 

Se ven los pescadores en la orilla

tejiendo el horizonte de sus mallas

que destilan la sangre de sus hijos

esclavos de un tirano sin entrañas.

TRANSITO

 

Herida por un tránsito

de agridulces contrastes

allí, entregada al desdén

al oficio de ovillar

con los hilos del tiempo

lo que apenas ya queda

en el oculto telar de los ensueños.

 

Ajena a toda ingravidez

péndulo herido, sin fechas

células sin substancia

ateridas moléculas

que dejaron de ser

energía vital. Su pensamiento.

 

"El Diario de una Loca"

que apenas se sonríe

hila sobre la plataforma

del perímetro aquél

de opuestos fuselajes

metafísicos apuntes

del estar de una queja.

 

Indolente y tenaz, sin prisa

tiempo y espacio, los puntos

suspensivos nos substraen

y vemos el cromado perfil

de tus ideas, saturadas

de néctares supremos

corazón de una rosa

convertida en diadema.

 

"El Diario de una Loca"

es el reflejo impar

de haber vivido el sustantivo

epígrafe de un valladar

de complicados sueños

Aida Meléndez Sepúlveda

Dios bendiga tu estrella.

PRELUDIO ALUCINANTE

 

Ya licuado con el Oro

con el Bronce y con la Plata

se hace llama, se hace verso

circundando las esferas

tras el vuelo de las alas ...

 

Con heráldico decoro

fragmentado pensamiento

se desprende, toma vida

mas baldío es el intento.

Rueda y cae sobre el pétalo

violáceo convertido en una lágrima.

 

Como un bálsamo de gracia

del bautismo saturado

reverbera un sol naciente

ya fundido en regio broche

iniciales con el Oro

con el Bronce y con la Plata.

 

Anillando los espacios

se hace eco el sublimado

despertar de una mañana.

Dos anuncios siderales

dos letargos que se fueron

al estreno de una Danza.

La más bella del conjunto

se interpone flagelando

la caricia desairada.

 

Es el signo de los Dioses

es el rudo torbellino

de la noche donde muere

la más bella de la danza.

 

Todo un marco Alucinante

enjoyado de zafiros y esmeraldas.

El amor se hace un conjuro

van sumando los minutos

y midiendo la distancia.

 

Ya repican las armónicas

campanadas de los templos.

Ondulando van los cisnes

marcan notas del compás

de un Preludio Alucinante.

Ya licuado con el Oro

con el Bronce y con la Plata.

La caricia suave y fría

de terrible sombra vaga

perfilando la silueta

inconmovible de la Parca.

Un Monólogo se escucha

dilación de cuerpo y alma.

 

Se hace densa la jornada

el marasmo de las horas

es la voz de quien predice

ver Lanceros en la noche

con sus flechas esmaltadas. 

 

Y navegan insondables

pensamientos, las cabriolas

ya se nutren de los fúlgidos

empeños, entre blondas azulinas

como bellas filigranas los Poetas

lira en mano van firmando

el decir de sus poemas.

 

Se diluye en llamaradas

y termina el Interludio

de aquel beso Alucinante

ya licuado con el Oro

con el Bronce y con la Plata.          

SILENCIO

 

La voz se fuga del sonido

y queda la oquedad de vivir

frente al espacio enrejado              

sin una puerta lateral, al sueño.

 

Allá los rosales perfuman

las cuatro estaciones marcando

las vigilias de los doce meses

contrapuntos del tedio

cubriendo los óleos

meditabundos del silencio.

 

Atrás queda el castillo

del húmedo extravío

de un amor sin respuesta

para un nidal de sueños.

 

Alerta vuelan los gorriones

y picotean las fracciones

sonámbulas del miedo.

Denso espejismo de la noche

De un desolado invierno.

SENDERO

 

Era mucho pedirle

al triángulo del tiempo

algo mayor al equilibrio

de mis propias fuerzas.

 

La noche iba anillando

sus ávidos luceros

y un resplandor extraño

envolvía a la luna.

 

Precisaba un espacio

para medir la latitud

de las paredes del silencio.

 

Diferente quehacer

diluía mis sueños.

Caían a mis pies

finas hebras de plata.

 

Tránsito doloroso de la Parca

sostenía dos alas

y comprendí, en un instante

que aquella vaga sombra

marcaba un derrotero

la infinitud sombría

del triángulo del tiempo.

EL AGUILA

 

Más allá de su guarida

quiso un águila volar.

Voló tan alto, tan alto

que no pudo regresar.

 

Caracola de la bruma:

¿Dónde el águila estará?

Pasó la noche sombría

densa como la maldad.

 

Contraste de su negrura

¿tú la viste regresar?

espiral de su locura

esférica vaguedad

con las alas en porfía

un astro puede dañar.

 

Afinada simetría

raudo vuelo celestial

su graznido me ha dejado

el eco de su ansiedad.

 

De sus alas una pluma

se vio descender al mar.

LIBERACION

 

Haré sonar los cascabeles mudos

las campanas dormidas de los pueblos

limpiaré el ojo ciego de los pozos

haré cimbrear el horizonte.

 

Haré cantar a los pájaros ocultos

a la visión del mundo ...

Le daré libélulas doradas

a la cantera virgen de la rosa.

 

Haré decapitar las negras mariposas

frente a un alba de soles

haré danzar sobre el silencio

la última ballerina del sueño.

 

Caerán sus velos de muselina

oficiando el devenir de una primavera

capaz de estremecer la sensibilidad

semidormida de mi isla de sol.

 

Haré que tú me escuches

desde el estrado de tu maldad

y tú altivo y soberbio

no contestarás a esta pregunta.

 

¿De qué maléfica incertidumbre

pudiste sembrar sobre mi isla

el tubérculo del comunismo?

 

Haré que tus barbas se conviertan

en púas ensangrentadas

el fardo de tu propio equipaje

arderá en una pira fantasmagórica.

 

Haré que la noche de tu muerte

no haya cementerio para tu materia                    

tendrás que morir picoteado

una y otra vez por los buitres.

 

Entonces será el principio

de una jornada diferente

Mi Isla de Sol, desplegará

a los cuatro puntos cardinales

la apología de su Libertad.

EL ARTISTA

 

Llegó de noche el artista

el que debía cantar

la balada "de la culpa".

que no llegó a terminar.

 

Cantó dulce como el vino

dulce uva que al brotar

deja en los labios el éxtasis

de embriaguez para besar.

 

Toda la noche cantando

mirando en torno pasar

gaviotas que son los signos

medulares de la mar.

 

Llovía fiesta de mayo

y el artista sin hablar

cantaba, sólo cantaba

un ritornelo al azar.

Le escuchaba conmovida

clavó sus ojos en mí.

 

La niña de aquellos ojos

dos relámpagos de cielo

sereno mar de zafir.

Al llegar la hora del alba

terminaba aquel festín

se fue el artista cantando

la balada "de la culpa"

que yo sólo comprendí.

CENIZO

 

Cenizo quedó detenido

en un espacio de tiempo

circundado por líneas

simétricas que hacen posible

ver la figura de Cenizo.

 

El claroscuro de una lámpara

nos sugiere que ha quedado

sujeto de un péndulo. El Pintor

trasponía su idea para que fueras

El Abanderado entre todos.

 

Luz de luces, en un parámetro

donde el artista dejó plasmado

el abstracto sentido de lo bello.

 

Enigmática corola dejó caer

sus pétalos en cada uno

de esos cuadros, Cenizo se yergue

sosteniendo una cuerda de oro

para el horario de su tiempo.

 

Su corazón es invisible, de ahí

emana la grandeza del Pintor.

Cenizo nos saluda y nos dice:

Soy El Abanderado entre todos.

NO LO SE

 

Doy testimonio del amor y tengo

la agonía del cisne con mi canto

por esa sinrazón sigo el encanto

moribundo dolor que yo mantengo.

 

Una cuerda ilusoria yo sostengo

al desafío de este amor, por cuanto

se eclipsa mi razón y todo es llanto

tránsito de un esquema del que vengo.

 

Mis noches han perdido su embeleso

una visión me dice: aquel beso

que se quedó en la llama detenido.

 

Mañana no lo sé, será indiscreto

señalar a ese necio y mi secreto

en la ruleta del amor perdido.

LAS OLAS

 

La pupila quedo allí

sujeta al hilo del viento

en raudos giros persigue

la plataforma de un sueño.

 

Quedó allí con transparencia

de sublimes embelesos

verdes espejos del mar

con anclajes de un gran sueño.

 

Esperando el festival

de las gaviotas en vuelo

se hizo levedad en ondas

tras la porfía del tiempo.

 

Se escucha un eco que dice:

El mar se viste de duelo.

De la pupila, una lágrima

sujeta al hilo del viento.

TU, POESIA

 

El eco desprendido de la última escala

agrieta la hojarasca y forma remolinos.

Las arañas comprueban su latitud y piden

el embrión de clepsidras

para nutrir sus vientres y suavizar sus telas ...

Después de un grito agudo

desprendido del péndulo

sangrante de los vientos.

Llega el eco sonámbulo

a las torres esféricas

donde anidan los buitres

que apresan jubilosos

la cicatriz octava del delirio.

Sin pétalos propicios

para esperar el alba

nupcial de los desvelos.

Omega llora y llora

al morir de un colapso

la voz de los deseos.

Y sus lágrimas dejan

la profunda fatiga

del eco de homicidas

sentados en el vórtice

central de las centellas.

El eco va dictando imperiosas sentencias.

Fláccidos y aturdidos

los poetas marcados reciben el azote

de un preludio imprevisto

con derrumbe de estrellas.

Destierro de inclemencias verticales

sombras inexistentes

coral de almas en pena.

Las cítaras y oboes y las arpas enfermas

se apoderan del canto de las liras brillantes

y un sugestivo vuelo de libélulas

descorre la neblina sombría del ocaso.

Odas y madrigales, romances y sonetos

del polvo de la llama se alimentan de nuevo.

El germen de corolas fecundadas por siglos

revive bajo el soplo magnético y esférico.

Las octavas reales y líricos hexámetros

trazan la apocalíptica gravedad del silencio;

espinelas y rimas nos señalan sus metros.

Surge del horizonte su oriflama;

alucinante sueño se revela

el manto de la excelsa Poesía

triunfal y soberano se conserva.

 

II

Patriarca venerado por tus hijos poetas

reafirma tu estructura de gigante:

en tu verbo de amor late la vida

principio y fin de tu verdad intensa.

Déjanos escuchar el monorritmo

del corazón azul de las Nereidas.

Márcanos el lugar donde Afrodita

se coronó las sienes con estrellas.

Déjanos penetrar en tu recinto

y tallar los diamantes de tu estela.

De tus vergeles la amalgama virgen

afelpados capullos de reseda.

No nos dejes caer en cosas vanas;

inyéctanos la sabia de tus venas.

Los grandes precursores de tu lógica

lograron tus coronas de laureles.

Descífranos el nombre verdadero

de la Odisea cumbre que aún te sueña.

Tú, Poesía, corola que no muere

retírales tu lira a los innobles

los que no sienten tu verdad suprema.

No dejes destruir tus bellas torres

dales filo de luz a tus saetas

y haz girar en tu pulso meridiano

los astros que te asisten

estrellas que titilan y te besan.

Comunión de la rosa con el vino

sobre el blanco mantel para tu mesa.

 

III

Un gravitar de olas de fermentados ácidos

vicia el olfato único de la nariz nuclear.

Ya los ovarios vírgenes fecundan su energía

y en átomos geométricos se lanzan a emigrar.

Son hijos de la física y hermanos de la química

lactantes de los gérmenes que incuban lo fatal

hectárea de una lágrima con levedad de alas

resortes invisibles que nos hacen pensar ...

Surgen de lo infinito y sus bandas cilíndricas

son ejes medulares de un ritmo sin igual.

De la gran nebulosa de las altas alquimias

el sándalo y el éter se vuelven a licuar.

¡Oh, ruiseñor homérico, con tu violín de oro

de cuerdas sensitivas que te hacen preludiar

conforta nuevamente la pura Poesía

la absoluta rapsoda surja como la Ondina

de las sutiles ondas del sugestivo mar!

El eco desprendido de la última escala

reafirma las vigencias ancestrales

Ave Fénix suprema, matizado quetzal.

Aguila de las cumbres, zunzún de la enramada

que invaden la belleza del mundo terrenal.

Tú, Poesía, corola que no muere

ofrécenos tu lámpara votiva

tu perla, tu coral, tu rosicler, tu nácar

tu pulcritud divina, que al alba da palomas

y a la tierra el milagro de la fecundidad.

Tú, Poesía, corola que no muere

anúnciate en el canto de tu brillante lira

con la diadema olímpica de tu verso triunfal.

VACIO

La exposición estaba señalada para las nueve de la noche. El público, expectante, contemplaba los introvertidos reflejos ultravioleta de aquella plasticidad indefinida. Cuadros surrealistas; los pintores noveles, en silencio observaban la expresión de los visitantes.

Yo, frente al oropel de aquellos lienzos, anotaba en mi agenda el oculto sentido que me transmitían. El titulado Vacío me hizo estremecer; unos dientes cayendo al brocal de un pozo, unas manos huesudas tratando de sujetar unas agujas muy largas, como si quisieran tocar el cielo, sobre una cabeza indefinida una peineta sujetando un moño gris.

 Fui a la búsqueda del autor de ese cuadro y sin vacilar le dije:

  -Joven, éste representa la muerte de la abuela. Las agujas los años vividos, los dientes el enigmático sueño hacia la eternidad.

 El joven, muy emocionado estrechó mi mano, diciéndome:

  -Gracias, ahora sé que puedo seguir pintando. Mi cuadro ha logrado el análisis perfecto de su razón y contenido.

DECIR Y NADA MAS…

 

Acerado golpe, anclas sin reserva

porfías y retos, insondable y único

titán de las luchas, un mar con espuelas.

 

Pulsando el insomnio.

 

Fugas sobre fugas, heraldos sin fechas

son los vencedores de regias batallas

insignias, trofeos, luces de Bengala.

 

Pulsando el insomnio.

 

Suma del delirio, fuerza de las alas

cóndores que anidan en torres muy altas

esferas del tiempo, señales y lágrimas.

 

Pulsando el insomnio.

 

Sortilegios vanos, columpios de espuma

la noche en su acervo y el día en sus brumas

delirantes cruzan corceles sin bridas.

 

Pulsando el insomnio.

 

Llegan con acordes de raros sonidos

las fustas del viento son silbos sin tino

cansancios que inspiran los fuertes latidos.

 

Pulsando el insomnio. 

Impressum

Texte: Copyright@ No se permite la reproducción parcial o completa del texto sin autorización del autor.
Bildmaterialien: Una dama que escribe una carta y su sirvienta, por Jan Vermeer (1632-1675)
Tag der Veröffentlichung: 18.12.2013

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